miércoles, 27 de septiembre de 2017

10 traductoras eligen a sus traductoras favoritas

Alison Flood tuvo la interesante idea de entrevistar a 10 traductoras sobre sus traducciones favoritas hechas por otras mujeres. En la bajada del artículo, publicado en el diario británico The Guardian, del 31 de agosto pasado, se lee: “Para conmemorar el mes de la Mujer Traductora, algunas de sus principales exponentes celebran a sus colegas y escritoras favoritas”. La versión que aquí se ofrece fue especialmente traducida para este blog por Julia Benseñor.

En sus propias palabras:
10 traductoras hablan 
sobre qué las inspira en su trabajo

Alison Anderson
Para mí, la traductora más sobresaliente de todos los tiempos es Constance Garnett. Tradujo a todos los grandes novelistas rusos de fines del siglo XIX a principios del XX. Incluso conoció a Leon Tolstoi en su casa. Seguramente tiene sus detractores, y gran parte de su trabajo ha sido retraducido, pero creo que muchos lectores no son siquiera conscientes de la inmensa deuda cultural que tenemos con ella por haber traído a Occidente la riqueza de la literatura rusa.
Entre las traductoras contemporáneas, yo nominaría a Susan Bernofsky, que traduce del alemán. Quedé impactada por la belleza de su traducción de Visitation de Jenny Erpenbeck, tan bella o más que la novela original. Sencillamente sublime. Ambas recibieron el Premio a la ficción extranjera independiente en 2015 por la notable novela TheEnd of Days.

• Alison Anderson ha traducido recientemente Madame Bovary of the Suburbs, de Sophie Divry (MacLehose).

Susan Bernofsky
Leí a la traductora Margaret Jull Costa primero en la obra de José Saramago,pero después me enamoré de su trabajo cuando leí sus traducciones de Eça de Queirós, el escritor portugués del siglo XIX, incluida su obra maestra The Maias, una increíble saga familiar en la prosa más exuberante y rica que jamás haya leído. Jull Costa tiene tan afinado el oído a los ritmos de la escritura de cierta época, que uno recibe ese despliegue de elegancia, lirismo y dignidad sin el mínimo vestigio de pomposidad que se cuela tan fácilmente en las traducciones. Su versión de Saramago es una obra maestra, en un tono completamente distinto, ya que una escritura mucho más contemporánea. Ahora estoy entusiasmada porque acaba de hacer una nueva traducción del Libro del desasosiego de Fernando Pessoa, con una selección mucho más completa de los textos fragmentarios de Pessoa.

• La traducción más reciente de Susan Bernofsky es Memoir of a Polar Bear de Yoko Tawada (Norton).

Sarah Death
Mi colega Barbara J Haveland, traductora escocesa del noruego y danés, tiene una vasta experiencia y una finísima sensibilidad. Siento particular admiración por sus traducciones de las novelas de la noruega Linn Ullmann, hija de Liv Ullmann e Ingmar Bergman. Después de haber traducido yo misma una de las novelas de Ullmann, sé muy bien el desafío que puede llegar a ser.

• La traducción más reciente de Sarah Death es el diario de Astrid Lindgren en tiempos de guerra, A World Gone Mad (Pushkin).

Katy Derbyshire
La traducción de The Story of My Teeth de Valeria Luiselli hecha por Christina MacSweeney es tan alegre y efervescente como el libro original, que trata sobre un legendario subastador que llega a vender sus propios dientes, entre otras cosas. Pero lo que realmente es digno de destacar es un capítulo que se llama “Chronologic” que MacSweeney agrega para ayudar a los lectores no mexicanos a entender el libro. Además de ser tan divertido como la novela, muestra un enfoque sumamente innovador sobre el rol del traductor como puente entre culturas.

• Katy Derbyshire tradujo recientemente One Day a Year, de Christa Wolf (Seagull).

Maureen Freely
Yo elijo a Antonia Lloyd-Jones, no sólo por la maravillosa fluidez de su prosa, sino porque fue a través de sus traducciones (siempre tan bien elegidas) que logré comprender cuán rica era la literatura polaca. La primera de las traducciones de Lloyd-Jones que se cruzó en mi camino fue Mercedes-Benz,  de Pawel Huelle. Fue el libro que elegí para A Good Read en Radio 4 hace un año. Antonia acababa de regresar a Inglaterra después de un largo período afuera. Estaba por salir de su departamento dejando la radio 4 encendida para burlar a cualquier ladrón, cuando oyó que alguien en la radio mencionaba su nombre. Al principio, pensó que estaba imaginando cosas. Me escribió una postal y pronto nos hicimos muy amigas.

• Maureen Freely tradujo recientemente Madonna in a Fur Coat, de Sabahattin Ali junto con Alexander Dawe (Penguin).

Margaret Jull Costa
Sophia de Mello Breyner Andresen es tal vez la poeta más conocida de Portugal después de Pessoa. Escribía poesía, cuentos y literatura infantil. Su poesía ha sido traducida por Ruth Fainlight, Richard Zenithy, más recientemente (en una cotraducción) por Colin Rorrison y por  mí. Fue una acérrima opositora del régimen de Salazar, pero aunque parte de su poesía es política, se centra principalmente en su infancia y su juventud, en su conexión profunda con la naturaleza y, sobre todo, con el mar. La novelista y cuentista brasileña Clarice Lispector es otra autora original, también traducida por varios traductores, pero empezaría con su primera novela, escrita cuando sólo tenía 23 años: Near to the Wild Heart (New Directions, 2012) y traducida por Alison Entrekin, que capta en forma brillante los pensamientos atolondrados de Joana, una protagonista bastante amoral.

• La traducción de Entre eternidades de Javier Marías hecha por Margaret Jull Costa será publicada en noviembre.

Deborah Smith
Sophie Lewis es una de las traductoras actuales más finas que traducen del francés y se especializa en la escritura de mujeres, en la compleja e innovadora fusión de ideas, estilos y formas,muchas veces contrarrestada por la experiencia sensual y sexual de andar por el mundo como mujer. Su traducción más reciente es de Blue Self-Portrait, de Noémi Lefebvre, que logra mantener en inglés la prosa del fluir de la conciencia con delicada belleza y el patrón intrincado de un fino encaje. La pequeña editorial Les Fugitives también se especializa en traducciones hechas por mujeres.

• La traducción de Deborah Smith de The Vegeterian, la novela de Han Kang (Portobello), ganó el premio internacional Man Booker.

Lucy North
La novela The Nakano Thrift  Shop, de Hiromi Kawakami, traducida por Allison Markin Powell, describe a una comunidad de personajes bastante poco convencionales que trabajan en una tienda de segunda mano en un suburbio del oeste de Tokio. Es una pintura ligera e ingeniosa a partir de intercambios casuales que se van cargando de significado –una conversación sobre pisapapeles, por ejemplo, se carga sutilmente de melancolía sexual–, encuentros hilarantes y momentos en que emerge la belleza de los objetos mundanos. Powell capta magistralmente la delicadeza y el ritmo lento de la prosa de Kawakami, de una manera que el humor, el misterio y la atmósfera suenan absolutamente genuinos.

• Lucy North acaba de traducer Record of a Night Too Brief, de Hiromi Kawakami (Pushkin).

Lulu Norman
Muchas veces trabajo en colaboración con Ros Schwartz y periódicamente revisamos nuestros respectivos trabajos, así que sería fácil darla por sentado. Además, una persona tan activa en el mundo de la traducción, que ha alentado a tantos traductores en forma personal y que ha movido montañas al servicio de la traducción, suele volar curiosamente por debajo del radar, lo que por supuesto encaja perfectamente con un trabajo que mucho depende del grado en que uno es capaz de desaparecer.
Pero con su descubrimiento de Translation as Transhumance, de Mireille Gansel se produce uno de esos raros momentos en que las habilidades, inquietudes y mentalidades de dos escritoras se unen para producir algo realmente especial, que yo aspiro a que alcance gran visibilidad. Ros ha encontrado su par en una escritora, que también es una traductora consumada, cuyos libros tratan sobre el lenguaje ysu amor a él, lo que, por supuesto, le permite mostrar sus fortalezas: su precisión  y paciencia, la forma en que va construyendo una voz, su oído para el ritmo y la musicalidad y –quizás ni hace falta decirlo– cuánto le importa.
El libro habla de la traducción como acto social y político y, por ende, sobre lo que significa ser un ser humano y “la convicción de que ninguna palabra que hable delo humano es intraducible”.

• Lulu Norman es la traductora, junto con Ros Schwartz, de About My Mother, de Tahar Ben Jelloun (Telegram).

Bela Shayevich
Mi colega Ainsley Morse ha tenido una larga relación e intercambio como poeta y traductora con la poeta Dina Gatina. También tradujo a otras poetas contemporáneas que escriben en ruso, la más reciente, Lida Yusupova.
Otro proyecto que emprendió fue editar y traducir Found Life, de Linor Goralik. Se trata de un proyecto complejo porque es una iniciativa de la Columbia University Press, una de las tantas editoriales anglófonas que aceptan dinero del gobierno ruso para financiar publicaciones rusas a través de una organización intermedia llamada Read Russia. Ainsley donó todos sus honorarios a Memorial, una organización de derechos civiles sin fines de lucro en Rusia. Goralik es una poeta y periodista opositora y feminista. No conozco ninguna otra traductora rusa que haya tomado una posición tan contundente.

• Bela Shayevich acaba de traducir Second-Hand Time, de Svetlana Alexievich (Fitzcarraldo). Sus proyectos editoriales incluyen los alegatos finales en el juicio a las integrantes de Pussy Riot.

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